
Meditemos acerca del milagro de la amistad.
Milagro. ¿Por qué tanta gente muestra señales de temor cuando se pronuncia esta palabra? Amistad. ¿Cuántos de nosotros conocemos lo que involucran estas siete letras? Letras que al fin y al cabo encierran un significado: la profunda necesidad humana de amar... ¡y ser amados!
Ciertas persona están siempre dispuestas a dar a los demás.
Corren de aquí para allá con tal de ayudar a sus seres queridos. ¡Y en ocasiones realizan enormes sacrificios económicos con tal de socorrer al amigo en su necesidad! Pero...
Milagro. ¿Por qué tanta gente muestra señales de temor cuando se pronuncia esta palabra? Amistad. ¿Cuántos de nosotros conocemos lo que involucran estas siete letras? Letras que al fin y al cabo encierran un significado: la profunda necesidad humana de amar... ¡y ser amados!
Ciertas persona están siempre dispuestas a dar a los demás.
Corren de aquí para allá con tal de ayudar a sus seres queridos. ¡Y en ocasiones realizan enormes sacrificios económicos con tal de socorrer al amigo en su necesidad! Pero...
A la hora de disfrutar del cariño y del agradecimiento de aquellos que se benefician con sus actos de generosidad, estas personas se aíslan y evitan recibir cualquier tipo de retribución.
¿Bajo perfil? ¿Timidez? ¿Humildad? Al pasar el tiempo me di cuenta que estas personas comprenden muy bien la lección de dar y darse a sus semejantes... ¡pero nunca aprenden a recibir!
¡Recibir! ¿Por qué se vapulea tanto este verbo? Algunos hablan de esta acción como de algo negativo, como si fuese patrimonio del egoísmo y de la mera satisfacción individual.
¡Nada más lejos!
El gran rey Salomón escribió: "con un buen perfume se alegra el corazón; con la dulzura de la amistad se vuelve a la vida. Para afilar el hierro, la lima; para ser mejor persona, el amigo" (Proverbios 27:9, 17).
¡Se trata de dar y de recibir!
¡Sembrar y cosechar!
¡Depositar y extraer!
¡Invertir y ganar!
Aprendamos a perdonar, ¡y a ser perdonados! Alentemos a los demás, ¡y permitamos que otros nos animen! Extendamos nuestra ayuda a quien nos necesite, ¡y tomémonos de la mano amiga cuando precisemos socorro! Pero por sobre todo, brindémonos desinteresadamente a los demás, ¡y recibamos con un corazón agradecido los incalculables beneficios de la amistad!
Recuerda que primeramente Dios es nuestro amigo y quiere que seamos amigos de muchos, pero también de Él.
El que cubre la falta busca amistad; Mas el que la divulga, aparta al amigo. Prov 17:9
En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia. Prov 17:17
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